Nike Janoski

Janoski

Stefan Janoski patina con un estilo sorprendentemente relajado, realizando atrevidos trucos con una gracia sin esfuerzo que los hace especialmente impresionantes. Esto le ha granjeado la admiración y el respeto de la comunidad patinadora. Mientras tanto, en su vida personal, es un hombre de espíritu creativo que ama el arte desde su infancia. A día de hoy mantiene una serie de aficiones artísticas, como escribir, tocar música, esculpir y pintar. A finales de los años noventa, la combinación de su amor por el patinaje y esta energía creativa innata dio lugar a una zapatilla extraordinaria: las célebres Nike Janoski.

Janoski, criado en California, se unió a Nike en 2002 como parte del impulso para establecer su departamento de skateboarding, Nike SB, con el asesoramiento experto de patinadores. Con el tiempo, la marca se dio cuenta de que Janoski era un artista dotado y apasionado, con ideas concretas sobre lo que quería en una zapatilla de skate y una actitud firme y directa hacia su trabajo. En resumen, habían encontrado al hombre perfecto para diseñar su próximo modelo de skate. Así comenzó una histórica colaboración que cambiaría el rumbo de la división de patinaje de Nike.

Por aquel entonces, a Janoski no le entusiasmaban la mayoría de las zapatillas de skate, así que cuando Nike le presentó un posible diseño, lo descartó tanto por su estilo como por su utilidad. Estaba decidido a hacer sus propios bocetos, empleando las habilidades artísticas que había desarrollado a lo largo de su vida. De joven, había crecido en un ambiente de patinaje en el que se utilizaban zapatillas que no estaban hechas para ese deporte, sino que se adaptaban bien a él. A lo largo de los 90, Nike lanzó nuevos diseños de baloncesto con suelas más gruesas que no ofrecían la sensación de estar conectado a la tabla que tantos patinadores habían apreciado en modelos anteriores, lo que las hizo menos populares dentro de la escena.

Janoski quería recuperar la suela más fina y evitar lo que consideraba el exceso de almohadillado que afectaba a muchos diseños de la época, para crear una zapatilla que se ajustara a las necesidades de su comunidad. Empezó a preparar imágenes dibujadas a mano de su zapatilla de skate perfecta y, tras pasar por un proceso de colaboración con el Director Creativo Senior de Nike, James Arizumi, y Kevin Imamura, de Nike Footwear, Janoski encontró exactamente lo que quería. El diseño mostraba una silueta minimalista completamente diferente a otras zapatillas fabricadas por Nike. Tenía unos requisitos muy particulares: no debía haber elementos superfluos y sólo debía utilizarse un tejido mínimo. Pidió una puntera plana, una lengüeta sin acolchado extra y una suela exterior fina como el papel para poder sentir la tabla bajo los pies.

Para Janoski, se trataba de aspectos fundamentales del diseño, pero su enfoque minimalista se alejaba bastante del objetivo que Nike tenía entonces de mostrar una emocionante progresión tecnológica con cada nuevo modelo. Nike esperaba algo más tecnológico, como sus otras colaboraciones con atletas, no un diseño minimalista que recordara a una época pasada. Sin embargo, Janoski no se dejó disuadir. Para él, Nike era una marca que podía romper con lo convencional. Sabía exactamente cómo debía ser la zapatilla y no le preocupaba perder el trato. En última instancia, la diseñaba por su pasión por el patinaje, no por la fama o el reconocimiento. Si iba a tener su propia zapatilla exclusiva, tenía que ser algo que le gustara, de lo contrario no tenía sentido hacerlo. Este planteamiento le permitió mantenerse firme sin vacilar y, al final, la marca aceptó sus sugerencias. El único compromiso que hizo Janoski fue permitir que se añadiera un swoosh a la parte superior, coincidiendo con Arizumi en que era una buena idea destacar que se trataba de un diseño de Nike, dado que no se parecía en nada al resto de sus zapatillas.

Una vez acordado el diseño, el prototipo se envió a la fábrica para su producción. Era tan recortado que en un principio se dijo a Nike que no se podía fabricar porque estaba demasiado bajo para ser fabricado legalmente. Mostrando confianza en el diseño sencillo pero poco convencional de las Nike Janoski, Nike firmó una serie de exenciones que permitieron fabricar la zapatilla, una decisión de la que sin duda no se arrepentirían en los años siguientes.

Cuando las Nike SB Zoom Janoski llegaron a las estanterías en 2009, se las conocía simplemente como "Janoski". El amor del patinador por su deporte se reflejaba en su practicidad, al igual que su comprensión de las necesidades de sus compañeros. Su estilo sencillo, su falta de amortiguación y su versatilidad la hicieron muy popular, por lo que no pasó mucho tiempo antes de que hubiera que encargar más para satisfacer la creciente demanda. Dentro de la comunidad de patinadores, la clave de su éxito fue su diseño específico para el patinaje. En consonancia con su estética minimalista, la zapatilla tenía muy poca tecnología, aparte de una suela de goma vulcanizada, un componente que existía desde hacía décadas. Aunque era la primera vez que se añadía a una zapatilla Nike SB, para un patinador tenía todo el sentido utilizar este tipo de suela, ya que ofrecía un agarre excelente y la sensación de que no había casi nada que separara al patinador de la tabla. También era sorprendentemente duradera y fácil de asentar, por lo que estaba lista para patinar casi nada más sacarla de la caja.

Además de captar la atención de muchos patinadores, el modelo también se hizo popular fuera de los círculos del patinaje. La simplicidad del diseño era su mayor virtud, ya que era lo bastante versátil como para tener un amplio atractivo. También era fácil de producir, lo que lo hacía mucho más asequible y accesible que muchos otros modelos. El propio Janoski también era un gran fan de la zapatilla. Con su delgada lengüeta, su larga puntera plana y su suela ultrafina, era exactamente lo que había estado esperando. De hecho, estaba tan enamorado de ellas que patinó con el par original que Nike le dio hasta que estuvieron demasiado gastadas para usarlas.

Desde 2009, se han sacado muchas versiones de las Janoski, y Nike ha conseguido añadir algunas de sus innovaciones más tecnológicas a las iteraciones más recientes. Ha recibido una renovación Air Max, que se convirtió en uno de los lanzamientos Nike SB más populares de la historia, se le ha añadido la tecnología Zoom y ha protagonizado numerosas colaboraciones. Para celebrar su décimo aniversario, salió una Colección Remasterizada en cuatro estilos diferentes: slip-on, con velcro, con cordones en la parte baja y con cordones en la parte media, demostrando una vez más su versatilidad. Janoski incluso convenció a Nike para que lanzara algunos diseños de RM sin swoosh, permitiéndole por fin conseguir la zapatilla de patinaje minimalista definitiva que siempre había deseado.

El sencillo diseño de las Janoski trascendió los modelos de patinaje anteriores para convertirse en una de las siluetas de skate más vendidas de Nike. Se ha combinado con una enorme variedad de modelos Nike y ha gozado de una notable popularidad a lo largo de su vida. Como el propio hombre, las Nike Janoski son un auténtico icono tanto de la comunidad skater como del mundo en general.