adidas Gazelle

Gazelle

Las adidas Gazelle se lanzaron por primera vez en los años 60, cuando ayudaron a los velocistas a batir récords olímpicos. Un salto adelante hasta hoy, y la silueta contemporánea tiene un cautivador atractivo vintage que no surgió por casualidad.

En 1960, las adidas Rom aparecieron en los pies de la mujer más rápida del mundo, Wilma Rudolph, que regresó de los Juegos Olímpicos de Roma como la primera atleta americana de la historia en ganar tres oros en el torneo. Las Rom tenían algunos toques estéticos interesantes, como una estructura de panal en la suela que creaba un efecto ondulado y una puntera de ante, que fueron precursoras de las modernas Gazelle. En los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964, se lanzó en secreto un nuevo diseño, las adidas Olympiade, que venían con una lengüeta adicional en el talón y eran adoradas por el equipo alemán de sprint.

La zapatilla que acabaría conociéndose como adidas Gazelle empezaba a tomar forma poco a poco.

En 1966, salió a la venta la primera Gazelle con un diseño similar al de las zapatillas de sprint olímpicas: una parte superior de ante con dos versiones distintas teñidas de diferentes colores, una superposición cosida en la parte delantera del pie que conectaba la jaula de cordones con la puntera antes de desplegarse en forma de "T", tres rayas blancas en el mediopié, una entresuela distinta y una lengüeta en el talón. Cada uno de los dos colores de lanzamiento indicaba un uso distinto. La versión roja estaba pensada para usarla al aire libre y presentaba una suela de goma resistente y transparente con un dibujo ondulado y dentado, tomado del diseño "Olympiade". La azul incorporaba una novedosa tecnología de burbujas de aire en la suela que suavizaba la pisada, haciéndola más adecuada para su uso en interiores. Las adidas Gazelle aprovecharon el ante de canguro para dar a los colores azul y rojo del original una vitalidad increíble, sobre todo en comparación con los modelos anteriores de piel teñida. Ambas iteraciones también tenían algunas características comunes, como la sujeción a través del arco, una zona acolchada en el tobillo y una lengüeta moldeada. Por último, las tres rayas blancas de adidas tenían un diseño en zigzag para dar un nuevo giro al diseño original.

Mientras la Gazelle crecía en popularidad a lo largo de los años 70 y 80, adidas probó diversas suelas y también añadió un detalle acolchado en el talón y una lengüeta de poliuretano. Durante los Juegos Olímpicos de 1972 en Munich, el nadador estadounidense Mark Spitz levantó sus Gazelle hacia la multitud para celebrar una de sus siete medallas de oro. Esto suscitó una conversación sobre la colocación de productos en el deporte, al tiempo que hizo maravillas para la creciente popularidad de la silueta.

Con el paso del tiempo, el énfasis de la zapatilla se fue alejando gradualmente del deporte para centrarse más en el ocio y el estilo de vida. Pero no fue hasta los años ochenta y principios de los noventa, cuando la línea se decoró con una mayor gama de colores, cuando se convirtió en una zapatilla de estilo de vida en toda regla y acumuló seguidores de culto. Uno de los lugares donde realmente despegó fue el Reino Unido, donde lo adoptó gente de todas las profesiones y condiciones sociales, incluidos los aficionados británicos al fútbol "de terraza" y grupos de rock como Oasis y Blur, que fueron influyentes culturales fundamentales en los 90.

En 1993, Kate Moss, una joven y bella supermodelo, apareció con las piernas cruzadas en un sofá mordiéndose despreocupadamente la punta del pulgar. Llevaba unos pantalones negros, un top negro de tirantes y unas Gazelle granates. La pose despreocupada de Moss y las Gazelle constituyen los dos puntos focales de la imagen, que fue tomada por Denzil McNeelance durante una sesión de prueba discreta. Si las gacelas necesitaban alguna afirmación de su relevancia cultural, era esta imagen icónica.

Canalizando la energía original de los 90, la reedición de 2016 se basó en la silueta de 1991, incorporando la misma suela hexagonal, colores y materiales. La campaña presentaba una reelaboración collageada, inacabada y desaliñada de la imagen original de Moss de 1993, creada por el artista digital Doug Abraham. Las reediciones fueron acogidas como una elegante pieza de ropa de calle e incluso James Bond las ha llevado como zapatillas de gimnasia, lo que pone de relieve su enorme relevancia transcultural.

La adidas Gazelle comenzó su vida adornando los pies de los velocistas en los años sesenta, antes de convertirse en una zapatilla de alto rendimiento para uso en interiores que proporcionaba velocidad y agilidad. En los setenta, fue celebrada por un nadador ganador de la medalla de oro olímpica, mientras que en los ochenta se llevó en las ruidosas gradas de los campos de fútbol británicos. En los noventa, apoyó la energía y la cultura de Blur, Oasis y Kate Moss, y la década de 2010 la vio deslizarse casualmente en la cultura de la ropa de calle con su popular reedición. La suavidad de estas transiciones se debe a su aspecto limpio, deportivo y vintage, y al uso de ante de alta calidad en toda su superficie. Inspirada en el animal que le da nombre, la gracia, la belleza y el atletismo de la Gazelle han contribuido a convertirla en un fenómeno perdurable hasta nuestros días.